viernes, octubre 26, 2007

La Referencia sobre la obra de la artista NET Deborah Nofret.

Hay tres formas de contemplar y valorar el trabajo de un artista; la de cualquier espectador que observa " la puesta en escena de la obra de arte" con toda la intencionalidad posible o bien sin distinción alguna. La segunda que señala la presentación tradicional de la obra artística a través del crítico, curador, museógrafo o estudioso del arte cuya referencia está ligada a una cosmografía del arte. Y finalmente la de la mirada de un artista que contempla la obra de otro artista, algo así como el encuentro con el tesoro en la otredad del ser creador. Probablemente esta forma o condición contemplativa sea la menos objetiva por las cargas inherentes que se dan entre los autores plásticos, pero tal vez la más reveladora en los pajares de la imaginación y la fantasía.
Particularmente el net art creado por Deborah Nofret me sugiere varias vertientes aunadas, la que salta a la vista sobre la búsqueda de identidades personales a través del recorrido de los autorretratos llevados a los límites de la imaginación y la morfología del uso del ciberespacio.
Sin embargo a mi manera de contemplar su excelente trabajo, Deborah Nofret no solo transgrede el contexto visual llevado al límite del expresionismo cibernético, casi hermanado con la captura de una serie de perfonmance , donde Deborah es la propia materia prima de su obra hurgada en cuerpo y cara señalando nuevas formas de mandalas, transfigurada de artista creadora a imagen creada, de actriz en la búsqueda de su otro daimon, rastreando historias perdidas entre pueblos, atrapada por la arqueología de su espíritu , mas allá de las acostumbradas expresiones de transculturalización afro-antillana, tan cerca de los recuerdos de sus vidas pasadas, su infancia, su afanosa exploración de los otros rostros contenidos en si misma.
Estos hechos precisamente determinan la admiración de su obra por la ritualidad de su espíritu creativo; así como el sutil desenvolvimiento del trabajo desarrollado en diferentes temas que concurren en el llamamiento desesperado por preservar el humanismo sea en las entrañas del cuerpo y el pensamiento, la voluptuosidad de las formas, las texturas visuales que entornan y amarran, el lenguaje corporal, la significancia de los maquillajes. La persistencia por encontrar ese paradero existencial que como sombra necesaria persigue a todo artista.
Deborah Nofret persiste en la aventura de desnudarse para profanar el ciberespacio. Tal y como si fuera una hechicera que intentará encontrar la piedra filosofal de la forma y el color en la gruta de la virtualidad.

Julio Carrasco Bretón
Oviedo, Agosto 2002